domingo, 21 de julio de 2013

"VERSOS PARA VERÓNICA" (Inédito - 2000)


VERSOS PARA VERÓNICA

  
Con especial afecto a mis padres: Elva Palomino y Nilo Rojas; a mis hermanos Guillermo, Roxana, José, Yajaira y Deysi; a toda mi familia por ser fuente  que fortalece día a día mi espíritu y que genera en mi persona confianza para seguir escribiendo mis versos.
Con amor a Verónica, quién formó parte especial de mi vida y que solo bastó una mirada para que mi lira fluyera tal como se plasma en estas líneas.
  

Percy Rojas.



PRESENTACIÓN

“Versos para Verónica”, es una producción literaria que plasma el amorío del poeta hacia su musa “Verónica”. Es el amor que germina en la edad, donde el romanticismo es el fiel amigo inseparable de los finos sentimientos, de las sanas intensiones y de las formas saludables que nacen en cada una de las palabras pronunciadas desde lo más profundo del alma.

En estos versos, es muy notable la geometría y la estética de los espacios, así como también las formas anatómicas que estilizan la grandeza de una sonrisa y la mirada dulce de una mujer. Se engrandece cada verso mientras se va conociendo más y más a la musa, es decir, se va agigantando la inspiración cuando se descubre la belleza interior, aquella que está nutrida de principios y valores muy humanos y aún más cuando el corazón que le da vida es tan sensible que estaría disputa a compartirla con la humanidad.

Verónica, es una joven de mirada pensativa, apacible, llena de mucha sensibilidad e inteligente. Admirada por sus bondades, por su solidaridad y por su fortaleza de mujer, fortaleza que le impulsa a ganar un espacio dentro de la sociedad, sin causar prejuicio a su persona menos a los demás.

Verónica es la mujer con sonrisa casual, casi nunca liberaba una sonrisa, las pocas que las expuso fueron más que suficientes para plasmarlas en mi versos. Recuerdo las festividades nocturnas decoradas de luces y colores, bullicio de la gente y melodías que solían liberar un equipo amplificado. Sus palabras, las que iban acompañadas de mirada firme, como quien buscando la verdad en mi mirada, como quién querer descubrir si en mí existía mentira alguna. Recuerdo con mucha claridad sus ojos chinitos, y el escaso color labial en sus candorosos labios. Ella, tan natural, tan única, tan pura,… Cualquier terrestre frente a sus ojos quedaba inmutado, yo en realidad estaba locamente enamorado.

Ese amor del que se plasma en cada verso con mucha pasión, es el amor que nació una noche de garúa, friolenta y oscura. Desde ese entonces solo nos despojamos una mirada,  un fuerte abrazo y un roce de labios. Al poco tiempo algo inesperado llegó, aquello que aqueja a todo mortal, aquello que entristece a todo hijo de Jacob, a todo ser que sangra, que ama y que piensa: la despedida.

Puedo confesar que escribir “Versos para Verónica” solo me bastó dos días y una noche de Junio del 2000. Imprimir para mostrársela fue toda una batalla, ya que en pocas horas el bus partiría a un lugar del cual no volvería a saber de ella. Al fin llegué a tiempo y por la ventana del bus pude alcanzar un manojo de papeles en la cual iba todo mi verso, todo aquello que inspiró su placida compañía, su amor, su sencillez, su todo…
  
El Autor
  

POEMA I
Un verso se expande
en lo profundo de mi corazón,
y una melodía
se consume lentamente
en mi alma.
Conozco el alba
los crepúsculos y tu mirada,
conozco todo lo tuyo
sé que hablas poco
pero piensas demasiado.

Háblale suavemente
al oído tácito
de la noche entrante…
Construyamos mil palabras
con tus pensamientos
cálidos y sedientos…
Unamos nuestras almas
bajo éste cielo estrellado.
Saquemos provecho
a nuestra imaginación…

Amemos la vida
sin pensar en el tiempo…
Dancemos juntos
hasta que aplauda la aurora…
Cantemos al compás de la luna…
Y dejemos que nuestras almas
se amen en silencio.


POEMA II
El agua de los mares
se secarán por completo;
los campos y los jardines
se convertirán en desiertos;
las aves y las estrellas
se perderán en la nada;
pero tu amor puro y casto
seguirá sobreviviendo.

Las albas serán crepúsculos,
y los crepúsculos serán más oscuros.
A los seres de la tierra
los mataran los tormentos.
La vida y el sueño
serán enigmas,
pero tu imagen será la esencia
y la causa pura
para seguir sobreviviendo.

Después de sobrevivir
el universo aplaudirá tu mirada;
las aves y las estrellas
danzarán en tus ensueños;
los crepúsculos y las albas
perpetuas vivirán en tus embelesos;
tus labios junto a los míos
construirán millones de  besos
pero solo uno, bastará
para seguir sobreviviendo.


POEMA III
Sensaciones que nunca pasan,
alboradas que nunca mueren,
sienes soñadoras que repasan
la vida llena de placeres.

Se llena de halagos tu mirada sedienta,
y se nutre de alegría tu sonrisa,
la vida pasa sin saber quién intenta
conquistar tu lealtad a prisa.

Como la ola que llega danzando a la orilla,
yo, llegaré rimando  hasta tu mirada.
Daría todo, hasta una de mis costillas,
como Adán lo hizo para crear a Eva.

Ya no importa si por ti me enfrío
si por ti sepulto mi pasión tan joven,
rogaré a Dios que tu sueño sea el mío,
que nuestros labios esta noche gocen.


Extraña mi mirada tu pupila,
y mi Ello, extraña tu elegancia.
mi silencio extraña tu alegría
y mi espacio extraña tu fragancia.

Extraño todo lo tuyo… la vida es distinta
cuando tu talle gentil se aparta.
Maldigo al momento intacto de la distancia.
Bendigo la inquietud de tu infantil mirada.

No quiero ser dueño de tus ensueños,
ni el amo de tus ilusiones;
solo quiero ser el Ángel de tus sueños
y la nota exacta en tus canciones.

Bendigo tu pasión seductora,
y la perfección de tu infinito acento;
no importa si pensando en ti
escribo mil horas,
pues mil horas te esperaré en mi pensamiento.

Nunca me dicen tus labios lo que sienten
menos tu corazón iracundo,
no quiero morir sin saber que tienen
los dos en común, en este mundo.

Recorro el zaguán y el patio entristecido;
nace un sollozo en mi alma,
se hace un nudo en mi garganta
y pienso que mejor es el olvido.

Olvidarte yo quisiera y sacarte de mi mente,
sepultarte como mi infancia, entre mis versos.
No puedo. Entiendo lo que se siente,
cuando el amor es puro, tierno y sincero.

¡Se siente! ¡Se ama!
Se construyen primaveras
Sin importar el tiempo estacional,
Y se ama de mil maneras
en este paraíso terrenal.

POEMA IV
Háblame como le hablas al firmamento,
con voz melodiosa y amigable.
Háblame sin pena y sin misterios
esta noche que mi alma, te espera
bajo la luna enarbolada de otoño.

Tus labios no dicen nada
más hablan tus gestos, y ellos
delatan tus pasiones,
tus tétricos momentos
y tus emociones.

Háblame sin miedo y sin rigor…
que mi lira sucumba en tus encantos
y que mi llanto
frente a tus pupilas,
se conviertan en felicidad.

Amor, pasión, delirio… sembraré
en tus noches vacías.
Se acabará el cruel martirio,
las noches desveladas y frías…

En ti, sembraré todo lo bello,
y junto a ello,
mi altivo corazón de hombre.
  

POEMA V
He vivido poco,
he soñado mucho.
Bajo el mundo ruin de la vida
he cantado al desprecio.
He caminado lejos
en busca de un alivio
y hoy que estoy contigo
renace nuevamente
mi lira y mi verso.

Si te pienso
es para engalanar
tus sueños,
si te miro
es para enaltecer
tu belleza…
por grandes o pequeños
que tus anhelos sean
siempre bailarás
en mi cabeza.



POEMA VI
El silencio me recuerda tu nombre
a cada instante,
mi pensamiento me recuerda tu mirada
pura y sensata…
Mis sueños, mis delirios,…clavados
en mis sienes
me recuerdan los días de Julio.
Mi alegría, mi pasión…esclavizada
ante tu mágica belleza
me recuerdan las noches de lluvia.

Así como la luna se enarbola en el firmamento,
así te enarbolas en mis pensamientos.

Recuerdas  la noche de danzas
y de floridos colores,
la luna llena
y los astros derramando pasiones.

Recuerdas las inquietudes
de nuestras pupilas,
las alegrías… los cantos
folclóricos que nos unían.

Recuerdas aquella mirada
que nos concedía la luna enamorada.
Recuerda mis palabras
cargadas con fluido de nervios.

Recuerda la azotea iluminada,
los reflectores, la gente, los niños,
la inquietud de la noche
y en medio de ella
nuestras almas, amándose.

No sé Tú, pero Yo,
sí las recuerdo.
  

POEMA VII
Verónica:
con las cosas que se hizo el paraíso
Dios hizo tu mira,
con los acentos terrenales
tus ojos grises,
con los manantiales
tu cuerpo,
con un día radiante
tu sonrisa.

Tus manos de los ríos andinos,
tus labios de las primaveras floridas,
tus cantos de los cantos de los pajarillos,
tus pensamientos de los cuatro vientos,
tu corazón de los latidos de la tierra,
tus sueños de los crepúsculos de mayo:
¡Así se hizo todo lo tuyo!...

Tu alegría se hizo de los cantos de junio,
tu inocencia del néctar de las flores,
tu pasión de la romántica noche astral,
tu ser, del más dulce suspiro de Dios.

Tu belleza se hizo
de la fragancia de las flores,
tu voz
del eco del universo,
tus palabras
de los delirios enarbolados de la luna.
Tus cantos se hicieron
de los momentos plácidos
y aventureros de los ángeles.
Tus fantasías
de los luceros que brillan en la gloria.
Tus inquietudes
de un sol encrespado
de un eterno verano.
Tus besos
del néctar exquisito de la vida.


POEMA VIII
Recrearé mi pasión en tus entrañas,
y en tus lindos y claros ojos mi soledad;
moldearé mi verso sobre tu anatomía,
y en tus insaciables labios, beberé
la pócima juvenil que regala la vida.

Mi afán por conquistarte es infinito.
El amarte libremente en mis espacios
enaltece la voluntad de mis anhelos.
Los días por más sombríos que se tornen          
siempre hay rayo vivo que hacía ti me guíe.             

Si el silencio me atrapa en un ¡no sé!
Quisiera entender ¿por qué tanto martirio?
¿Por qué sangra el alma sobre la piel?
A veces la vida es tan cruel
que nos azota como indefensos niños.

Es la vida quien nos libera o castiga,
y el amor es el avalista de nuestra existencia.
Para qué martirizar los pecados cometidos
si de juez hay un Dios quien litiga
el atroz comportamiento de un cuerpo poseído.

A ti, que ni con el mínimo aliento lastimaré,
deja que palpe por vez primera tu silueta,
a ti, que con ansias toda la vida esperé
no permitas que todos nuestros sueños
se despidan empacadas en viejas maletas.


POEMA IX
Ahora, que tu presencia está ausente
y que cada espacio extraña tu fragancia,
quizás algún día cruzaremos de repente
la misma calle, conservando la distancia.

No será fácil, bien lo sabemos los dos,
si el destino nos jugó mal en la vida,
pues para que la suerte mala no prosiga
con tus manos santas arráncame el corazón.

Ahora, que no ha quedado nada
ni el mínimo suspiro de un recuerdo,
todo se llevó: como a la noche la alborada,
como a la luna el encrespado sol.

No será fácil, pero bien seguro estoy
que así como te alejas de mis ojos
en tus dulces y labios rojos

bailará la esencia de mi amor. 

Versos para Verónica (Inédito -2000)
Autor: Nolish Percy Rojas Palomino

3 comentarios:

Jaime Mendoza Aguirre dijo...

Hola Percy soy tu amigo Jaime Mendoza, me compartieron tu blog amigo, esta excelente tus publicaciones, una pregunta ¿puedo descargar tus poemas?, bueno espero que si amigo, en realidad muchos de ellos me gustan y me gustaria tenerlos en mi bliblioteca impresos. Otra pregunta amigo ¿Tienes algunos libros impresos?, si es así me gustaría adquirir alguno de ellos, dime como haga para tenerlos. Por todo lo que haces amigo mis felicitaciones y sigue así llegarás lejos. Aquí en casa te admiramos mucho.Saludos desde España.

Veronica dijo...

Muchas gracias

G.L.B dijo...

Excelsamente lindas poesías, que brotan del alma, inspiradas en un gran amor.
Felicidades